En los últimos días se han registrado al menos cuatro ataques a acuartelamientos, entre ellos el sufrido por el cuartel de Tolosa, donde se lanzaron huevos contra la fachada y se colocó una pancarta intimidatoria. Estos hechos se produjeron con familias y menores dentro de las viviendas del acuartelamiento, lo que representa un riesgo intolerable para la seguridad de quienes dedican su vida al servicio público.

Los ataques a acuartelamientos se enmarcan en una ofensiva más amplia que incluye la quema y retirada de banderas, la vandalización de sedes del Partido Popular, el señalamiento a empresas que distribuyen productos españoles y el derribo del último Toro de Osborne existente en el País Vasco. AUGC considera que no se trata de hechos aislados, sino de una campaña coordinada de radicalidad ideológica dirigida a intimidar tanto a guardias civiles como al conjunto de ciudadanos que no comparten su visión excluyente.

AUGC reclama que estos hechos sean investigados como delitos de odio, dado que atacan directamente a los guardias civiles y a sus familias por su condición profesional. No puede normalizarse que quienes garantizan la seguridad de todos vivan con el temor permanente de que sus hogares, porque los acuartelamientos son también sus casas, sean objeto de agresiones. La pasividad institucional ante esta escalada solo contribuye a aumentar la sensación de vulnerabilidad entre las familias que residen en estos centros.

AUGC exige al Ministerio del Interior la puesta en marcha de medidas urgentes para reforzar la seguridad de los acuartelamientos:

  • Refuerzo de personal en los puestos afectados.
  • Instalación de más cámaras, iluminación y sistemas de videovigilancia.
  • Mayor presencia de patrullas y apoyo externo.
  • Protocolos específicos de protección para instalaciones con familias y menores.
  • Condena pública y clara por parte de todas las instituciones.

La Asociación anuncia que continuará denunciando cada ataque, cada intimidación y cada gesto de hostigamiento.