Hispanidad viene denunciando el contexto creciente de la cristianofobia, que muchas veces se manifiesta en el 'martirio de las cosas', es decir, los ataques a símbolos cristianos. Aunque muy relacionada con la cristianofobia se encuentra la cristofobia u odio a Cristo.

Es decir, que nos encontramos ante una tendencia, la del aumento de las profanaciones y ataques contra lo cristiano. 

En ese contexto, en Francia, se ha producido una profanación de una gruta mariana, en Libaux, ubicada entre las localidades de Thurey y Lessard-en-Bresse, en Borgoña.

«Otro acto anticristiano más, que se suma a una lista cada vez mayor», lamentó Gilles Platret, alcalde de Chalon-sur-Saône, en las redes sociales. 

En Francia, el pasado 26 de septiembre, un grupo de 85 senadores solicitó al Gobierno mejorar la protección de los cristianos y sus lugares de culto. 

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De igual forma, en Argentina, en la ciudad de Buenos Aires, una imagen de la Virgen de Luján fue atacada, narra Aciprensa

La imagen estaba ubicada en el santuario de San Cayetano, en la capital bonaerense. El sacerdote del santuario Lucas Arguimbau, dirigió una oración de desagravio: “Vamos a pedirle a Dios que vuelva a bendecir este lugar y pedimos especialmente por quienes se acercan al santuario, por quienes rompieron la imagen de la Virgen, pedimos que nos bendiga, proteja a nuestro barrio, nos conceda paz en el corazón como hizo San Cayetano siempre, en las buenas y en las malas, sembrar el bien”. 

Además, también en Argentina, en la ciudad de Pehuén-Co, al sur de la provincia de Buenos Aires, una capilla de la Sagrada Familia sufrió un incendio, al término del cual, se encontraron grafitis con la leyenda '666'. 

El sacerdote Adán Caraballo declaró: “Podría haberse incendiado la iglesia en cualquier otro momento del año y justo este día viene a suceder todo esto, justo este día también se encuentran las pintadas. Por supuesto que lo entendemos desde la fe, como una situación demasiado delicada y que se ha masificado tanto en el mundo y banalizado algo que no debería banalizarse nunca como la noche de brujas, como Halloween y todo esto”. “Lo entendemos como algo grave, pero esperemos que sea una travesura de alguien que vio la iglesia incendiada y dijo ‘vamos a poner esto’”. 

Al menos, el sagrario “estaba intacto, Jesús estaba intacto, la Eucaristía estaba intacta”, lo que considera “un signo milagroso”.