El detenido trabaja como repartidor de Amazón y fue retenido por varios vecinos de la finca de Montecarmelo en la que ocurrieron los hechos, hasta la llegada de la Policía Nacional.

Al parecer, el hombre, de nacionalidad colombiana, accedió al recinto, encontró a dos niñas que jugaban en los soportales y las convenció para que entraran con él al portal ofreciéndoles caramelos. Una vez dentro, comenzó a hacerles preguntas de contenido sexual, les pidió que se bajaran los pantalones y, según fuentes policiales, se produjeron agresiones sexuales: tocamientos a una de ellas y violación a la otra.

Fue la madre de una de las niñas quien, al no localizar a su hija, se acercó al portal donde encontró al agresor con las dos menores y pidió ayuda a gritos, lo que alertó a varios vecinos del inmueble. Al ser descubierto, el hombre salió corriendo de la urbanización y fue atrapado por un vecino de la comunidad en la calle mientras huía.