De entrada, no me gusta HazteOir porque es uno de los puntales en España de la galaxia conocida como Yunque. Y no me gusta Yunque por una sola cosa: porque es secreta y la Iglesia no acepta lo secreto. Nada más transparente que lo cristiano… quizás porque Cristo no tiene nada que esconder.

Por todo lo demás, me gusta mucho HazteOir: son tipos valientes y activos que no se quedan cruzados de brazos, en el sillón de su casa, a la hora de defender sus principios cristianos contra el poder progre y lo políticamente correcto. Gente coherente y gente valiente.

Dicho esto: la noticia, y me alegro por ella, es que un juzgado ha decidido que el Ayuntamiento de Barcelona, dirigido por la “impresentable”, como ellos mismos recuerdan, alcaldesa de Barcelona, Inmaculada Colau, no podrá multarles con 60.000 euros por lanzarse a las calles de la Ciudad Condal con un autobús y una leyenda contra la ideología de género, el mayor cáncer actual de la sociedad. Ellos lo explican en esta nota, con un lenguaje sencillo.

En efecto, la ley contra la violencia de género, ahora ‘repetida’ contra la ley del sí es sí, que también se carga la presunción de inocencia del varón, tiene, al menos, cuatro venenos:

1.Es falsa. Se basa en la proposición de que el varón es malísimo y la mujer es buenísima, lo que no es cierto. El varón es detenido y alejado de su familia sin diligencia alguna, por la sola acusación de la mujer.

2.Es un sofisma: las feministas argumentan que se golpea, incluso matan, a la mujer por ser mujer. Pues no, es más grave por eso: es violencia doméstica y no de género: la matan, no por ser mujer, sino por ser su mujer. El amor se ha convertido en odio y comienza la batalla donde cada sexo utiliza sus mejores armas. El hombre, la fuerza bruta.

3.La norma parte, además, de un supuesto falso: que el hombre es el único sujeto que practica la violencia, como si la única violencia posible entre una pareja fuera la física.

4.Es una ley totalitaria. Es decir, si te atreves no a incumplirla, sino meramente a discrepar de la misma, por ejemplo de algunas de las mentiras antedichas, entonces estás incurriendo en delito de odio.

Por eso el autobús de HazteOir recordaba que no era violencia de género sino violencia doméstica. Que es más grave dicho sea de paso, porque la violencia doméstica significa que lo que está en crisis es la familia. Y la familia es mucho más importante que el feminismo.

Concretando: si HazteOir se atrevió a pasear un autobús por las calles de Madrid, Barcelona y Valencia, donde fueron ninguneados, insultados y agredidos, mostrando lo que en la práctica es el feminismo y la “perspectiva de género”: censura y violencia amparada, financiada y promocionada por el Estado, esta organización de valientes merece todo mi apoyo.

Conste que se trata de una pequeña victoria. HazteOir evita la multa aviesa del Ayuntamiento de Barcelona, pero el imperio del feminismo vengativo (aunque no tengo claro de qué quiere vengarse), de la destrucción de la libertad de expresión con la excusa de la violencia ‘machista’, continúa. 

En cualquier caso, ¡bien por la valentía de HazteOir y enhorabuena por la sentencia! Al menos, se podrá seguir hablando un pelín, sólo un pelín, sin que te encarcelen o te aprisionen. La libertad de expresión se fortalece, un poquito. Y para los que creemos poco en la justicia humana, no deja de ser un consuelo.

Un dato más: observen la foto del autobús y el último de los mensajes, no dirigido a la izquierda sino a la derecha: Casado, Rivera, Abascal, derogad las leyes de género.

Y por cierto, HazteOir inicia ahora otra batalla del autobús.