Familias españolas que trabajan para la Unión Europea en Bruselas rechazan que las Escuelas Europeas prevean eliminar las vacaciones del Día de Reyes en el curso 2026-2027, obligando a los niños a acudir a clase el 6 de enero, una de las fechas más señaladas del calendario festivo en España.

La iniciativa, que ha sido aprobada por las Escuelas Europeas de Bruselas, ha recibido numerosas quejas por parte de las familias que sostienen que la medida lo que busca es atacar las raíces cristianas de los países del entorno de la Unión Europea (UE). La propuesta de los centros educativos, 13 en total repartidos por seis países miembros, -dado que no todos los Estados celebran esta festividad- lo que propone es un cambio en el calendario escolar para que las clases finalicen el 18 de diciembre de 2026 y se reanuden el 4 de enero de 2027.

Tal como recoge Digital de León, según la planificación trasladada por las Escuelas Europeas, las vacaciones de Navidad del curso 2026-2027 se extenderán del 18 de diciembre al 4 de enero. Esto supone que el alumnado deberá regresar a las aulas incluso el 6 de enero,  cuando se celbebra la Epifanía, festividad en la que el cristianismo oriental celebra según la Biblia la adoración de los Reyes Magos a Jesucristo. 

Las peticiones de los padres no han tenido, por ahora, respuesta favorable. Según una nota interna que circula entre las familias, la Secretaría General que gestiona el sistema de Escuelas Europeas habría restado importancia al conflicto, apuntando que el Día de Reyes podría abordarse en clase como “contenido cultural”.

Una explicación que no ha convencido a los afectados. “Estas celebraciones forman parte de nuestra identidad cultural y educativa, y suprimirlas del calendario escolar transmite un mensaje de desconexión con tradiciones profundamente arraigadas y con un enorme valor emocional para las familias”, explica uno de los padres, identificado únicamente por sus iniciales, A. J. C.

Más allá del simbolismo cultural, los padres advierten de las consecuencias prácticas de esta decisión. Para muchas familias expatriadas, las vacaciones navideñas son uno de los pocos periodos del año en los que pueden viajar a España, Italia o Portugal para que sus hijos pasen tiempo con abuelos y otros familiares. Es decir, se asestaría un doble golpe: a las tradiciones cristianas y a la familia. Dos de los objetivos a eliminar por el Nuevo Orden Mundial. 

Ante la falta de soluciones, los padres españoles han dado un paso más. Han remitido una carta a la Representación Permanente de España ante la Unión Europea solicitando su mediación y han recabado firmas de eurodiputados para elevar el conflicto a Bruselas.