Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Camerún, donde un  sacerdote fue secuestrado y asesinado. El padre Olivier Ntsa Ebode fue hallado muerto el 1 de marzo en Obala, municipio del departamento de Lékié, en la región central del país, informa Fides

Según la prensa local, unos hombres se presentaron en su domicilio la noche del 28 de febrero al 1 de marzo alegando que un familiar suyo se encontraba mal y necesitaba sus servicios religiosos. El sacerdote -de la conocida como ‘Iglesia’ galicana de Camerún- aceptó subir con ellos a un coche para ir al lugar. Por el camino, le asesinaron y arrojaron el cuerpo del vehículo.

El cadáver del sacerdote fue encontrado y trasladado al tanatorio de Obala. El anuncio de su muerte ha causado gran consternación entre los fieles de la Iglesia católica y la comunidad local, donde el padre Olivier era conocido por su compromiso en favor de la paz y la justicia social. 

Los terroristas apuntaron con un machete a su padre y le dijeron que liberarían a todos si es que tenía sexo con su propia hija

Nos ocupamos ahora de Nigeria, uno de los países donde más se ha intensificado la persecución a los cristianos en los últimos tiempos. Precisamente para hablar sobre ello, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) presentó el informe ‘Nigeria: A Bleeding Wund’ (Nigeria: una herida sangrante), que recoge 26 testimonios de cristianos perseguidos por el extremismo islámico. 

El grupo terrorista Boko Haram, de carácter fundamentalista islámico, ha atacado, secuestrado y asesinado cristianos por más de 20 años. Lo propio ha hecho la facción yihadista Provincia de África Occidental del Estado Islámico (ISWAP) desde el 2015.

Uno de los muchos cristianos afectados por estos terroristas fue Janada Marcus y su familia, quienes ya habían escapado ilesos de dos ataques de Boko Haram, pero en una tercera ocasión, tras haberse mudado a la ciudad de Maiduguri, su casa fue incendiada y muchos de sus familiares fueron asesinados, incluido su padre.

El 20 de octubre de 2018, ella y sus familiares estaban en una finca, trabajando la tierra y cantando canciones católicas para levantar el ánimo, cuando de repente fueron rodeados por Boko Haram. Los terroristas apuntaron con un machete a su padre y le dijeron que liberarían a todos si es que tenía sexo con su propia hija. “Mi padre agachó la cabeza en señal de sumisión para ser asesinado y respondió: ‘No puedo dormir con mi propia carne y sangre, mi propia hija, prefiero morir antes que cometer esta abominación’”, relató Marcus.

“Al escuchar esto, uno de los hombres sacó un machete y le cortó la cabeza a mi padre, justo en frente de nosotros. El dolor que sentí en ese momento era insoportable”, agregó. La mujer cristiana sobrevivió al ataque, pero en ese momento deseaba morir. 

ACN indica que el conflicto de los pastores fulani “es probablemente el más grave para Nigeria en estos momentos, ya que deja más muertos que los provocados por Boko Haram en los últimos años”. Los pastores fulani, predominantemente musulmanes, han fomentado, durante cientos de años, el avance del islam en África Occidental y provocado el miedo de los cristianos hasta hoy. Actualmente existen entre 12 y 16 millones de fulani en Nigeria (constituyen entre el 6% y 8% de la población).

ACN asegura que “estos han invadido las tierras de agricultores predominantemente cristianos, asesinando, violando y dañando, y devastando pueblos y ciudades, y al hacerlo, provocando una partida de cristianos en masa que ven peligrar su vida y viviendas”. 

Nadarkhani fue el último en ser liberado de un grupo de cuatro conversos que fueron condenados a diez años de prisión por actividades de iglesia en casa en 2017

Y terminamos en Irán, donde el pastor Yousef Nadarkhani salió de la prisión de Evin, en Teherán, el 26 de febrero, pero se enteró de que su excarcelación e indulto no incluían la anulación de una condena de 30 latigazos. Además, aún tiene que cumplir dos años de exilio en la otra punta del país, recoge Puertas Abiertas

El pastor Yousef, sin embargo, declaró a Article18 que estaba «feliz de haber sido liberado y estar en casa tras casi cinco años en prisión» y «muy agradecido a todos los que oraron por mí y se acordaron de mí mientras estuve en prisión», añadiendo que «todo lo que soporté fue poco en comparación con lo que Cristo ha hecho por nosotros».

Nadarkhani fue el último en ser liberado de un grupo de cuatro conversos que fueron condenados a diez años de prisión por actividades de iglesia en casa en 2017. Después de que sus sentencias fueran reducidas en un nuevo juicio en 2020 Youhan Omidi y Yasser Mossayebzadeh fueron liberados en 2022 y 2021 respectivamente. Omidi pasó dos años en prisión seguidos de dos años de exilio interno. 

El pastor Yousef Nadarkhani ha sido acosado, detenido y encarcelado en repetidas ocasiones por sus actividades cristianas desde 2006. En 2010 un tribunal lo condenó a muerte por apostasía, pero esta sentencia fue anulada en 2011. Su último encarcelamiento comenzó en 2018. El verano pasado se enteró de que su pena de prisión se había reducido de 10 a seis años, seguidos de dos años de exilio interno.