Aunque el centro de Es Pinaret, en Baleares, es conocido popularmente como la 'cárcel' de los menores, los menores extranjeros no acompañados que viven en ella no lo hacen, precisamente, como internos al uso. Así, tal como recoge La Gaceta, los internos -jóvenes de entre 14 y 21 años condenados por delitos graves como violaciones, robos violentos, agresiones u homicidios- pueden pedir comida a domicilio, tienen una paga semanal y para entretenerse cuentan con las más modernas videoconsolas, como la PlayStation 5.

Fuentes internas han revelado a Ok Diario que los menas reciben además ropa y calzado de marca comprados por los educadores, e incluso pueden hacer una lista de la compra mensual en un supermercado para pedir los productos que quieran. 

Pero, según La Gaceta, las quejas más graves apuntan a relaciones inapropiadas entre algunos internos y educadoras, con varios casos de jóvenes de 16 y 17 años que habrían mantenido relaciones sexuales fuera del centro.

Durante los últimos años, Es Pinaret se ha visto envuelto en varias polémicas: fugas, enfrentamientos entre internos, agresiones a trabajadores y un ambiente de descontrol generalizado. Todo ello bajo la dirección de Marcos Campony, cuya gestión fue duramente criticada por su permisividad y por su afinidad con el anterior Govern de izquierdas encabezado por Francina Armengol.