Los sarcomas son un tipo de cáncer poco frecuente que se origina en los tejidos blandos (músculo, grasa, tendones, nervios o vasos sanguíneos) o en los huesos, y que puede pasar desapercibido durante meses al confundirse con lesiones benignas como los lipomas. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), existen más de 70 subtipos diferentes.

Los sarcomas son un grupo de tumores poco frecuentes y, dada su baja incidencia, pueden considerarse una enfermedad rara. Pueden ser de partes blandas —músculo, grasa, tendones, nervios o vasos sanguíneos— u óseos, y según describe la OMS existen más de 70 subtipos. Dada su localización, a menudo superficial, especialmente cuando aparecen en una extremidad, pueden confundirse con lesiones benignas en el diagnóstico y llegar a tratarse de forma errónea con cirugías incompletas o cuando la enfermedad ya se encuentra en un estadio más avanzado.

 

La doctora Paula Muñoz, especialista en Oncología Quirúrgica del Hospital Quirónsalud Torrevieja, explica que, dentro de los sarcomas de partes blandas, por ejemplo, es muy diferente un sarcoma de extremidad o pared torácica de un sarcoma intraabdominal, que por su localización no suele presentar síntomas hasta que ha alcanzado un tamaño muy grande.

“Un sarcoma es un tumor maligno derivado de las células de origen mesenquimal, es decir, aquellas células que forman los tejidos de sostén del cuerpo (hueso, cartílago, músculos, y grasa); y esto hace que haya muchos tipos de sarcomas y que estos puedan aparecer en distintas partes del organismo”, detalla esta especialista.

Los sarcomas son tumores poco frecuentes y con muchos subtipos de comportamiento muy distinto. En las partes blandas, por ejemplo, es muy diferente un sarcoma de extremidad o pared torácica de un sarcoma intraabdominal

En concreto, precisa esta especialista que existen dos grandes grupos de sarcomas: los sarcomas de partes blandas (SPB), que se desarrollan en los tejidos blandos del organismo como los músculos, tendones, grasa, etc.; y los sarcomas óseos (del esqueleto).

Dónde suelen ser más frecuentes
Tal y como mencionábamos, existe una gran cantidad de subtipos y, como resalta la Dra. Muñoz, pueden aparecer en cualquier parte del organismo. No obstante, existen algunas localizaciones predominantes. Son más frecuentes en las extremidades y en la pared abdominal o torácica (alrededor del 60% de los casos), siendo la extremidad inferior la localización más habitual. Otra localización frecuente es el abdomen, donde se incluyen los sarcomas retroperitoneales, los sarcomas uterinos y los sarcomas GIST, todos ellos con un comportamiento clínico muy diferente.

La prevalencia del sarcoma es mayor a partir de los 60 años, tal y como destaca esta experta de Quirónsalud Torrevieja. Además, subraya que, a diferencia de otros tumores, los adolescentes y los adultos jóvenes pueden presentar un sarcoma con mayor probabilidad que otros tipos de cáncer.

De forma similar a otros cánceres, la incidencia de esta enfermedad aumenta a partir de los 60 años. No obstante, dentro de los tumores que afectan a niños o adultos jóvenes, el sarcoma es proporcionalmente más frecuente que en la población adulta.

La prevalencia del sarcoma es mayor a partir de los 60 años, tal y como destaca esta experta de Quirónsalud Torrevieja. Además, subraya que, a diferencia de otros tumores, los adolescentes y los adultos jóvenes pueden presentar un sarcoma con mayor probabilidad que otros tipos de cáncer

Principales signos de alarma
“Uno de los principales problemas es que, al aparecer en las partes blandas (extremidades, pared abdominal o pared torácica), pueden confundirse con su contraparte benigna, como lipomas, hematomas o quistes indolentes. Por este motivo, en la literatura médica se han descrito una serie de signos de alarma para orientar el diagnóstico de sarcoma desde la consulta de Atención Primaria o Cirugía”, destaca esta especialista en Oncología Quirúrgica.

En este contexto, la doctora Muñoz señala que el principal signo de alarma para un sarcoma de extremidad sería el crecimiento rápido de una tumoración que no existía previamente. En el caso de un sarcoma intraabdominal, el signo más característico es el aumento del perímetro abdominal, a veces acompañado de dolor lumbar o edema en las piernas, aunque estos síntomas suelen aparecer cuando el tumor ya ha alcanzado un tamaño significativo.

En los sarcomas de partes blandas existen cinco signos de alarma fundamentales: “Toda tumoración mayor de 5 cm por la que consulte un paciente, en general, va a requerir un estudio radiológico. Además, si presenta un crecimiento muy rápido —por ejemplo, si ha duplicado su tamaño en menos de un mes—; si el bulto produce un dolor que no desaparece con el tiempo; si la tumoración está caliente al tacto; o si se intuye que es profunda, dentro de la musculatura del cuerpo, son signos de alarma bien descritos que obligan a descartar un sarcoma”, agrega.

La doctora Muñoz señala que el principal signo de alarma para un sarcoma de extremidad sería el crecimiento rápido de una tumoración que no existía previamente, y para un sarcoma intraabdominal el aumento del perímetro abdominal, acompañado en ocasiones de dolor lumbar o edema en las piernas

Finalmente, esta especialista subraya que, pese a que los sarcomas han sido tumores olvidados durante décadas debido a su rareza y menor incidencia —y a la complejidad añadida de que cada subtipo presenta un comportamiento clínico diferente—, en las dos últimas décadas se ha producido un importante progreso en el conocimiento y la evolución de esta enfermedad. Este avance ha permitido comprender mejor la relevancia de distinguir entre los diferentes subtipos y localizaciones, lo que se ha traducido en una mejora notable en el manejo clínico de estos tumores.

Actualmente es posible identificar con precisión los distintos tipos de sarcomas y su comportamiento, y, en base a ello, planificar un tratamiento prácticamente a la carta, dirigido a cada paciente y orientado a ofrecer las mejores opciones de supervivencia.