El pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial del Reciclaje, una fecha declarada por la UNESCO que tiene como objetivo recordar cada año la importancia de tomar conciencia sobre los beneficios del reciclaje para el medio ambiente. Pero la apuesta por reducir, reutilizar y reciclar no es solo una responsabilidad de los consumidores, sino también de las empresas.

Damm es un claro ejemplo de cómo se pueden aplicar medidas para minimizar los efectos de su actividad en el medio ambiente, en su caso, a través de diferentes iniciativas desarrolladas en toda la cadena de valor que elabora y distribuye la cerveza bajo el paraguas de una clara apuesta por la economía circular: reducir, reciclar, reutilizar.  

Damm colabora con numerosas granjas a las que suministra este bagazo para alimentación animal, principalmente vacuno, gracias a su alto contenido proteico

Para conseguir reducir los recursos utilizados, como el consumo energético, el agua, o el uso de combustibles fósiles, Damm ha apostado siempre por la incorporación de la última tecnología en sus fábricas, que ayuda a generar ahorros de materiales y costes. Por otro lado, la reducción se aplica también a la cantidad de envases utilizados para los productos, tanto en el producto final como, especialmente, en los pasos intermedios de la cadena de producción, o en los residuos generados y la huella hídrica y huella de carbono.

Asimismo, Damm apuesta por la reutilización de recursos, trascendental para la implementación de un modelo de economía circular. Sin duda, uno de los datos más destacables de la planta de El Prat es que en el proceso de elaboración de una cerveza se producen 90.000 toneladas anuales de bagazo, un subproducto orgánico fruto de la cocción de la malta y el arroz, que en lugar de ser desechadas, son reutilizadas al 100%. En este sentido, Damm colabora con numerosas granjas a las que suministra este bagazo para alimentación animal, principalmente vacuno, gracias a su alto contenido proteico.

El proceso completo sería el siguiente: la cebada se obtiene de la tierra, se procesa en la maltería propiedad de Damm -La Moravia- y en la fábrica de El Prat se cuece junto con arroz. El subproducto resultante, el bagazo, se distribuye como alimento para las vacas y retorna a la tierra en forma de abono, ayudando a volver a producir la cebada. Este proceso resume y ejemplifica la apuesta de Damm por la economía circular.

En la compañía también se reutilizan materiales como el papel o el cartón de las oficinas, de los envases, etc., el plástico de palés y cajas retornables, el vidrio de las botellas y los barriles retornables -especialmente en hostelería-, los envases de plástico de materiales auxiliares, agua de diferentes usos, maderas de palés o el biogás que se produce en la depuración de las aguas residuales. Un ejemplo concreto son las cajas de cartón que se utilizan, que están fabricadas con cartón 100% reciclado.

Finalmente, el tercer aspecto clave es el reciclaje. En este sentido, actualmente Damm valoriza el 99% de los residuos que genera en su actividad. Asimismo, internamente apuesta por colaborar con asociaciones u organizaciones no gubernamentales para el reciclaje de tapones, ropa usada, libros, etc.

En cuanto a los consumidores, es precisamente en el reciclaje donde pueden contribuir más a la preservación del medio ambiente, reciclando en los contenedores específicos los distintos envases de las cervezas.

La apuesta de Damm por la RSC en la elaboración de la cerveza

En Damm la RSC es el hilo conductor de la cadena de valor como parte esencial de su visión y valores. El objetivo es aportar valor a largo plazo a todos los grupos de interés con los que la empresa tiene vínculo y garantizar que se implante de forma transversal.

En la compañía también se reutilizan materiales como el papel o el cartón de las oficinas, de los envases, etc., el plástico de palés y cajas retornables, el vidrio de las botellas y los barriles retornables 

Elaborar un producto de calidad no está reñido con el respeto al medio ambiente y la seguridad de las personas. Por ello, el proyecto de economía circular forma parte de la estrategia de RSC de la compañía, ya que supone reducir la generación de residuos al mínimo, promover la eficiencia en la utilización de recursos y conseguir un impacto ambiental y social positivo.

Innovación y mejora continua para alcanzar los objetivos sostenibles

Para poder conseguir mejorar de forma continuada en materia de sostenibilidad, en toda la cadena de valor, Damm innova y aporta nueva soluciones para minimizar el impacto de su actividad. Y para ello, la tecnología es la mejor aliada.

Algunos ejemplos de innovaciones en el proceso productivo son la implantación de un software de cálculo de la huella de carbono; la renovación de los equipos de proceso, incorporando las mejores técnicas disponibles -con esto se consigue reducir en gran manera el consumo de agua en las operaciones de lavado de botellas y la pasteurización- o la renovación de los pasteurizadores de botellas de las líneas de envasado de Damm. 

CONTENIDO PATROCINADO POR: DAMM.