El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, le ha cogido el gusto a eso de destituir a todo aquel que ose llevarle la contraria o pronunciarse en su contra. El coronel Pérez de los Cobos, Ricardo Ferris, Samuel Vázquez.

A la lista de purgados por Marlaska ahora se añade uno más, el coronel Jesús Vicente Torresano Muñoz, que estaba al frente de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, pero que se ha sido trasladado de manera forzosa a la Jefatura de Enseñanza.

 

Traslado fulminante y forzoso, tras llevar tan solo dos meses en su anterior cargo. Pero compréndalo,Torresano exigió un protocolo para los guardias en la valla de Melilla e instrucciones para que los funcionarios pudieran detener a los inmigrantes que les agredieran, además de más personal. Preparó un informe y lo elevó a la Dirección General de la Policía. Días después, le comunicaron su cese ¡Cómo se le ocurre!

Por supuesto, Interior lo niega todo: el cese no tiene nada que ver, se debe a "necesidades de servicio", a las "recomendaciones de la cadena de mando" por "su falta de idoneidad".