Durante años hemos contado en Hispanidad la farsa sobre la trama rusa que orquestó la progresía mediática contra Donald Trump. Dicha actuación culminó con la detención de Igor Danchenko, analista en la Brookings Institution, vinculado al Partido Demócrata y principal fuente del denominado “Dosier Steele”. Este informe fue elaborado por el exespía británico Christopher Steele.
En el mismo se “acreditaban” las “supuestas conexiones” entre el Kremlin y la campaña presidencial de Donald Trump. Dicho texto fue utilizado por los medios de comunicación como fundamento para afirmar la existencia de la injerencia rusa y para atacar al presidente Trump durante su presidencia por sus supuestos vínculos con los rusos, a quienes se llegó a acusar de manipular los resultados de las elecciones presidenciales de 2016, en las que Trump venció a Hillary Clinton. A la acusación a Danchenko se unió también la de Michael Sussmann, abogado de la campaña presidencial de Hillary Clinton, quien ocultó al FBI su vinculación con los demócratas, cuando presentó supuestas pruebas de que los servidores de la campaña de Trump mantenían “comunicaciones inusuales” con el banco ruso Alfa, llegando a afirmar Sussmann la existencia de un canal secreto de comunicación entre ambos.
Pues bien, esta semana se han conocido nuevas pruebas que acreditan que altos cargos de la CIA y del FBI en la presidencia de Barack Obama cometieron perjurio al afirmar que la Rusia de Putin ayudó a Donald Trump a vencer a Hillary Clinton en las presidenciales de 2016. Les invitamos a leer la excelente crónica elaborada al respecto por Real Clear Politics Investigations.
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Así, en una revisión publicada recientemente por la CIA, altos cargos de inteligencia y seguridad de la Administración Obama juraron en falso al afirmar que el dosier Steele no se utilizó como base para la investigación del denominado Russiagate, que duró años y se utilizó para atacar sin piedad al presidente Donald Trump durante su primer mandato.
Así, la CIA ha dado a conocer que el citado informe falso se utilizó para elaborar el informe clasificado conocido como Evaluación de la Comunidad de Inteligencia (ICA, en inglés) para respaldar la acusación, no probada pero absolutamente incendiaria de que “Putin y el gobierno ruso aspiraban a mejorar las posibilidades electorales del candidato presidencial republicano Donald Trump”.
El exdirector de la CIA, John Brennan, quien fue designado por Obama para el puesto que ocupó entre 2013 y 2017, en testimonio bajo juramento ante la Cámara de Representantes en mayo de 2017 declaró que el informe Steele no se utilizó "en modo alguno”. Años más tarde, durante una entrevista ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes en mayo de 2023, afirmó que "la CIA se opuso firmemente a que se hiciera referencia o se incluyera el expediente Steele en la Evaluación de la Comunidad de Inteligencia".
De igual manera, el director nacional de Inteligencia de la Administración Obama-Biden, James Clapper, declaró en enero de 2017 que "no nos basamos en absoluto (en el dossier Steele) para nuestras conclusiones" y más recientemente, en el mismo sentido que Brennan afirmó que "No lo usamos para la Evaluación de la Comunidad de Inteligencia, no nos basamos en él". En la misma entrevista que Brennan en mayo de 2023 ante el Comité Judicial de la Cámara de Representante explicó que "el equipo que elaboró la Evaluación de la Comunidad de Inteligencia no debía basarse en él como fuente para la misma. Por lo tanto, no encontrarán una nota a pie de página que use el expediente como fuente".
Sin embargo, ahora la CIA ha rebatido las declaraciones de los máximos responsables de inteligencia de la Administración Obama-Biden y ha demostrado que el falso informe Steele se utilizó en los informes de inteligencia para avalar las incendiarias acusaciones contra Donald Trump.
En una publicación en X la semana pasada, el actual subdirector de la CIA, Michael Ellis, manifestó que los correos electrónicos de la CIA recientemente desclasificados “muestran cómo Brennan intervino personalmente para insertar las mentiras del expediente Steele en el análisis de inteligencia” a pesar de las objeciones de sus principales analistas sobre Rusia, que negaban cualquier vínculo entre el Kremlin y Donald Trump.
La cuestión es de una gravedad absoluta, por cuanto a pesar de que era evidente que era sospechosa la información del dosier y que las afirmaciones resultaban fantasiosas, la campaña presidencial de Hillary Clinton utilizó el mismo como un arma arrojadiza contra la campaña de Trump, con el apoyo de la progresía mediática.
Expertos en inteligencia estadounidenses sospechan que Brennan engañó al Congreso porque sabía que el informe no resistiría un escrutinio riguroso. "Las afirmaciones de Brennan son inverosímiles", declaró Fred Fleitz, quien trabajó como analista de la CIA durante casi 20 años.
Todo encaja, por cuanto el informe emitido por el fiscal especial John Durham, que investigó la trama rusa, concluyó que el investigador Igor Danchenko, no tenía fuentes reales del Kremlin; y simplemente inventó los falsos rumores sobre los vínculos ilícitos de Trump con Rusia.
Y aún más, los principales medios de comunicación conocían al menos desde septiembre de 2016, es decir, dos meses antes de las presidenciales, que el informe Steele tenía evidentes dosis de falsedad, pero no revelaron ese hecho crucial y, en su lugar, se dedicaron a publicar masivamente noticias sobre los supuestos vínculos entre la campaña de Donald Trump y la Rusia de Vladimir Putin. Y no sólo eso, una vez descubierta la falsedad del informe, mantuvieron durante gran tiempo en secreto la noticia, sumamente relevante, del papel que la campaña de Hillary Clinton había jugado en el asunto y siguieron pregonando la farsa de la trama durante todo el primer mandato de Donald Trump.
La conclusión es clara y así lo manifiesta la analista Miranda Devine: El director de la CIA designado por Obama, John Brennan, podría ser acusado penalmente de perjurio.
Tras conocerse lo ocurrido, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, víctima de la farsa de la trama rusa, ha afirmado: "Creo que son unos corruptos. Y quizá tengan que pagar un precio por ello".