La guerra de Ucrania llega este miércoles a su jornada número 42. La ONU confirma casi 1.500 civiles muertos y más de 2.000 heridos desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Y más de 4,2 millones de refugiados que han huido a los países vecinos, sobre todo a Polonia.

Rusia ha anunciado una ofensiva final para la conquista de Mariúpol, después de que venciera el plazo dado por el Ejército ruso para que las fuerzas ucranianas depusieran las armas y abandonaran la ciudad en dirección al territorio controlado por Kiev, recoge RTVE.

Y es que Mariupol, la ciudad portuaria del Mar de Azov, es vital para el objetivo ruso de conseguir un corredor terrestre que comunique la península de Crimea, anexionada unilateralmente en 2014, con el Donbás y con la propia Rusia.

La inteligencia británica informa de fuertes combates en la ciudad y alerta de que aún hay 160.000 civiles que no han podido abandonarla, y que viven sin luz, agua, medicinas ni calefacción. Según el Ayuntamiento, en el sitio de la ciudad, condenado por su brutalidad por la comunidad internacional, pueden haber muerto unas 5.000 personas.

Mientras, la reconquista por las fuerzas ucranianas de localidades en torno a Kiev está sacando a la luz crímenes como los de Bucha y la destrucción de Borodyanka y Hostomel.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió este martes a la ONU responsabilizar a Rusia por los "peores crímenes de guerra desde la II Guerra Mundial".

Sin embargo, el embajador ruso ante la ONU, Vasily Nebenzya, prometió entregar "evidencia empírica" que demostraría que su país no es responsable de los asesinatos en la pequeña localidad al noroeste de Kiev, pero hasta el momento no ha presentado nada que sustente las afirmaciones de la Administración de Vladimir Putin, recoge France 24.

Así las cosas, la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, asegura que este miércoles se abrirán 11 corredores humanitarios, incluyendo uno desde Mariúpol. Pero en este último caso, los civiles que quieran abandonar la ciudad deberán usar sus propios vehículos. En ocasiones anteriores, el alto el fuego no se ha respetado y la evacuación ha sido imposible.

Mientras esto ocurre en el teatro de operaciones, Estados Unidos y la Unión Europea preparan un nuevo paquete de sanciones, que en el caso europeo podrían afectar por primera ver a los suministros energéticos rusos. En concreto, la UE ha apuntado este martes a seguir aplicando sanciones contra el sector energético y ha planteado medidas contra el petróleo ruso después de proponer un embargo al carbón.