Gracias a la nueva norma alemana se puede cambiar la inscripción de género con un mero acto administrativo, basta con una declaración en el registro civil y el texto no pone límite a la frecuencia con la que se podrá cambiar de sexo, una norma con muchos parecidos a la Ley Montero en España.

Relacionado

Y en Alemania, también como en España, los nacidos hombres, justo antes de entrar en la cárcel, deciden ser mujeres, y cumplir condena como tal, como denuncia la escritora de Harry Potter, J.K. Rowling, "Si no estás de acuerdo con que ha encontrado su yo auténtico y es válido, valiente y excepcionalmente vulnerable, eres tránsfoba". Por lo que vamos con esta 'bonita' historia. 

Sven Liebich era un conocido neonazi que fue condenado en 2023 a una pena de cárcel de 18 meses por un delito de incitación al odio. En 2024, mientras interponía recurso ante la condena, solicitó el cambio legal de sexo al femenino y pasó a llamarse Marla-Svenja Liebich, sin informes médicos ni operaciones de cambio de sexo. Por lo que va a cumplir condena en una cárcel de mujeres de Dresden.

Es más, Marla-Svenja Liebich ha denunciado a varios medios por referirse a ella como hombre. Algunos 'avispados' alemanes sospechan que el cambio lo ha realizado para ridiculizar la ley, no sabemos qué les lleva a pensar eso, el caso es que por esas sospechas puede que se pida algún informe médico para trasladar a Marla-Svenja Liebich a una cárcel de hombres. Algo completamente tránsfobo, pero la progresía usa las leyes a su buen entender. 

Este hecho pone sobre la mesa el mismo debate que en nuestro país, estas leyes llevan el fraude de ley en la propia norma, e Irene y el Gobierno alemán no lo vieron venir pese a las advertencias. 

En resumen, un pitorreo más, consecuencia de la majadería 'gender'.