Recientemente Hispanidad recogió de la NBC que la actual Administración estadounidense se estaría planteando intervenciones militares en México, mediante drones, contra los cárteles de la droga. Además, tropas y oficiales de inteligencia también se desplazarían al país vecino para ayudar a las fuerzas de seguridad mexicanas en las operaciones (no contra personas), cuya finalidad última es evitar la entrada de droga en el país norteamericano. 

En México, como ha venido contando Hispanidad, tanto el anterior presidente Andrés Manuel López Obrador como su sucesora y actual presidenta, Claudia Sheinbaum, han fracasado en sus políticas para combatir el crimen organizado, muchas veces vinculado a las narcobandas.

López Obrador y Sheinbaum -ambos pertenecientes al izquierdista partido Morena (Movimiento de Regeneración Naciona)- son partidarios de aplicar la política de “abrazos, no balazos” contra los delincuentes, un buenismo que aprovechan estos para campar a sus anchas y cometer todo tipo de delitos.

En ese contexto de impunidad de la violencia y de vacío moral, se producen asesinatos y acciones violentas cada día.

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En ese contexto, y tras el reciente asesinato del alcalde de Uruapan Carlos Manzo Rodríguez, en una de sus últimas intervenciones mañaneras, la actual presidenta de México aseguró que su Gobierno no va volver a la “guerra contra el narco”, en referencia a las actividades emprendidas por el expresidente Felipe Calderón en 2006 ó a las políticas del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) consistentes en dotar de armas a grupos de autodefensa. 

En opinión de Sheimbaum, esas políticas fueron un fracaso: “La guerra contra, las ejecuciones extrajudiciales no llevaron a nada”. Y respondía así a la exigencia de la oposición de volver a la guerra militar contra el narco: "Sí, somos distintos, sí defendemos proyectos de nación distintos, que eso es lo de fondo más allá de las menciones y la manera en que se habla. Ellos representan el regreso al pasado, a la guerra contra el narco, a la corrupción, a los privilegios, y nosotros representamos la Cuarta Transformación”. 

Y añadió: "La fuerza del Estado es la justicia. Lo que genera paz es la inteligencia, la investigación y la atención a las causas". 
 

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En otro orden de cosas, la presidenta mexicana anunció una pensión a todas las mexicanas de entre 60 y 64 años, con independencia de si llegaron a cotizar o no. El plan, denominado 'Mujeres, Bienestar', busca «reconocer el trabajo no remunerado que millones de ellas han realizado a lo largo de su vida en el ámbito doméstico y familiar». «Queremos reconocer el esfuerzo de las mujeres que han cuidado del hogar, de sus hijos e hijas, y que históricamente no han tenido una compensación por ello». «¿Quiénes somos las que hemos cuidado principalmente a las hijas y a los hijos? Nosotras, las mujeres. ¿Quién reconoce ese trabajo? Nadie. Pero ahora que hay una mujer presidenta, todas las mujeres mexicanas serán reconocidas con una pensión».