Pues parece que Donald Trump fue el único que contuvo a China, comercialmente, pues es con su economía con la que Xi Jinping financia su poderío militar, y al norcoreano Kim Kong-un, ese personaje atrabiliario al que Trump animaba a dejar los misiles y a construir 'resorts' turísticos.

Las dos noticias de los últimos días son que el ejército chino, responde al sucesor de Trump, a las amenazas de intervención del presidente Joe Biden con ejercicios militares en el área de Taiwan, la China nacionalista que Pekín pretende absorber, tras someter a Hong Kong, colonia británica.

Rusia es culpable de la guerra de Ucrania, pero la causa es un Occidente perdido en la delicuescencia de la ideología de género

Pero ahora, surge el peón de Xi Jinping, que no es otro que el precitado Kim Jong-un, quien no ha tenido mejor ocurrencia, domingo 5 de junio, que en plena crisis mundial por la guerra de Ucrania, que no es sino batalla más entre oriente y occidente, sólo que no se sabe quién es quien, que lanzar ocho misiles balísticos contra el Mar del Japón, en su eterna provocación a Japón y a Corea del Sur, los dos presuntos bastiones occidentales en el Pacífico.

Ya hemos dicho que la guerra de Ucrania es culpa de Rusia, que la ha iniciado, pero es causa -no es lo mismo culpabilidad que causalidad, culpa que causa- de un Occidente que no ha sabido atraerse a Vladimir Putin, perdido como está -Occidente, no Putin- en la delicuescencia de la ideología de género. Siempre conviene distinguir entre culpa y causa.

¿Hablamos de una guerra global de todos contra todos? Sí, hablamos de eso. ¿Quién la ganaría? En un primera fase, el que menos tenga que perder. Al final, nadie: todos perderíamos

Pero el peligro de guerra global a partir de Ucrania, es que seria una guerra de todos contra todos, donde no están claros los motivos que defiende cada cual. La nueva provocación de Kim Jong-un, que nunca ha dejado de ser un atrabiliario instrumento de Pekín en la esfera internacional, así como la perversa utilización que está haciendo Europa y Estados Unidos de los ucranianos como carne de cañón para detener a Putin, está generado una tensión global como no se veía desde los peores año de la Guerra Fría, con un diferencia: ahora es guerra caliente. Por el momento limitada a Ucrania, pero caliente.

¿Hablamos de una guerra global de todos contra todos? Sí, hablamos de eso. ¿Quién la ganaría? En un primera fase, el que menos tenga que perder. Al final, nadie: todos perderíamos.

En el momento presente, la provocación de Kim Jong-un es algo más que una simple provocación.