Nos ocupamos de Colombia, cuyo contexto es que es un país que padece en este momento la desgracia de contar con un Gobierno izquierdista, el de Gustavo Petro, un ‘progre’ que intenta desarrollar políticas ‘progres’, es decir, en contra de los principios no negociables establecidos por el Papa Benedicto XVI (que son vida, familia, libertad de enseñanza y bien común) para una acción política basada en el humanismo cristiano. 

Entre esas políticas figura, por ejemplo, el intento de aprobar la eutanasia sin pasar por el Congreso, mediante una resolución del Ministerio de Salud.

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O su intento por ampliar la práctica del aborto. El año pasado, a mediados de agosto, el Gobierno de Petro, por medio de la Superintendencia de Salud, emitió una circular (conocida como ‘supersalud') que trataba de fomentar y facilitar el acceso al aborto. La circular se denominó 'Instrucciones frente a la garantía del acceso, calidad e integralidad de la interrupción voluntaria del embarazo (en adelante IVE) en el territorio nacional'. 

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Además de todo ello, el mandatario izquierdista no parece ser muy popular en su país, como demuestra una reciente encuesta de Invamer, según la cual el porcentaje de colombianos que desaprueba su gestión pasó del 57% en abril al 64% en junio y como demuestran los abucheos que recibe cuando sale a la calle:

Y no es la primera vez que le pasa al mandatario colombiano:

Y no es de extrañar, pues, pese a auto-venderse como un político de izquierdas, lleva a cabo prácticas tan irrespetuosas con las personas como usar a un funcionario como 'trípode humano' durante uno de sus discursos: 

Al presidente izquierdista colombiano también se le nota su inquina contra el presidente liberal más paradigmático que hay en este momento, el argentino Javier Milei, que, al parecer, le robó el protagonismo durante un reciente cumbre en Davos: