El 20 de octubre de 2011 -hace ahora 14 años-, la banda terrorista ETA comunicó el "cese definitivo de su actividad armada". 

Ese día, la banda ultraizquierdista y nacionalista vasca anunció que dejaba las armas, pero su odio, su violencia y sus cachorros siguen existiendo y perviviendo.  

Y lo que ayer jueves se vivió en Pamplona fue la mejor demostración de ello y recordó a las peores experiencias de la kale borroka.

Antes de seguir con el relato de lo sucedido ayer en Pamplona hay que recordar las palabras de Pedro Sánchez, precisamente en una televisión navarra: “Con Bildu NO vamos a pactar". 

 

EH Bildu es la coalición en la que se integran los herederos de Batasuna, brazo político de ETA y que nunca ha condenado los asesinatos de la banda terrorista, una banda criminal que tampoco ha ayudado a esclarecer los asesinatos de ETA que quedan sin resolver.

Y con EH Bildu pactó Pedro Sánchez para poder ser investido presidente del Gobierno: a cambio de los votos de los proetarras, les voy sacando por la puerta de atrás a sus presos, les doy la alcaldía de Pamplona y hago la vista gorda ante los desmanes de sus cachorros...

Pues bien: eso es exactamente lo que ocurrió ayer en Pamplona cuando hordas de proetarras vestidos de negro y encapuchados invadieron el campus de la Universidad de Navarra y luego el barrio de Iturrama, sembrando el caos y la violencia y atacando a personas, informadores y policías. 

La excusa fue que el periodista Vito Quiles iba a dar una charla en la explanada de la Universidad, charla que él mismo canceló -la Universidad de Navarra tampoco la había autorizado y suspendió las clases por seguridad desde las 15:00 horas- al enterarse de que autobuses llenos de violentos de la izquierda abertzale se dirigían a Pamplona para impedir su acto y montarla. “Luego dirán que ETA ya no existe y que en España hay libertad”, resumió el periodista en sus redes sociales. 

El PSOE-PSN, con gran hipocresía -¿por qué habéis pactado con los herederos de Batasuna-ETA?-, se apresuró a condenar los hechos violentos:

Por su parte, el Ejecutivo navarro que dirige María Chivite (PSOE-PSN), en coalición con Geroa Bai (el PNV de Navarra) y Contigo-Zurekin (una especie de Podemos), y que gobierna con los apoyos externos de EH Bildu, condenó los hechos... a su manera: los actos violentos fueron la "respuesta a la provocación de un agitador ultra". 

Parece increíble que todavía se sigan produciendo hechos como estos. ¿No es capaz el Gobierno, el ministro del Interior Fernando Grande Marlaska, de acabar o impedir exhibiciones violentas como la de ayer?

En tiempos del Gobierno de José María Aznar (PP) se aprobó una ley por la que los protagonistas de la kale borroka -o sus padres--debían pagar los desperfectos del mobiliario urbano. Los incidentes de la kale Borroka disminuyeron ostensiblemente... Una ley como esa, en el actual régimen sanchista, es implanteable por el citado pacto con EH Bildu. 

Pero esta es la España del Sanchismo: impunidad para los cachorros de ETA...