La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha celebrado este jueves una jornada en el País Vasco, titulada 'El dolor no prescribe: víctimas, memoria y política penitenciaria'.
En el evento, la presidenta, Maite Araluce, ha subrayado que "la justicia, cuando se cumple y se aplica con rigor, es una forma de reparación", pero "cuando se utilizan todos los atajos posibles para reducir las condenas y los beneficios penitenciarios se conceden sin tener en cuenta la ética ni la moralidad" las víctimas del terrorismo "volvemos a sufrir, a sentirnos solas, olvidadas y engañadas".
"Mientras existan atentados sin esclarecer, cada vez más asesinos en la calle sin haber cumplido íntegramente sus condenas, homenajes a terroristas y discursos que blanquean", seguirán "exigiendo y contando la verdad de lo que pasó". "Las víctimas no pedimos privilegios, pedimos verdad, memoria, dignidad y justicia" y también "que no se confunda el perdón personal, que es libre y pertenece a cada una de las víctimas, con la obligación del cumplimiento de la Ley", ha añadido.
👏Damos por clausuladas las XI Jornadas Sobre Terrorismo.
— AVT (@_AVT_) November 20, 2025
¡Muchas gracias a todos los ponentes, asistentes y víctimas del terrorismo por participar!
"Por ellos, por todos" pic.twitter.com/ARx5s9naQT
Además, ha indicado que "la justicia no es venganza, nunca la ha sido, pero tampoco puede ser complacencia, indiferencia, ni intercambio político". Cree que la política penitenciaria "debe de ser un reflejo de esa justicia" y que no aceptarán que se utilice a los presos de ETA "como moneda de cambio política, ni que se convierta su situación en una herramienta de negociación".
La reinserción "no es igual a impunidad, no puede significar olvido, ni puede construirse sobre el silencio de las víctimas".
"Hay quien pretende reescribir la historia, presentar el terrorismo como un conflicto político, dar la vuelta a los hechos, repartir culpas o responsabilidades". "No podemos permitirlo".
"Defender la memoria de las víctimas no es mirar atrás, es mirar de frente" y "explicar a las nuevas generaciones quiénes fueron las víctimas y quiénes los verdugos". "Es enseñar que no hay causas que justifiquen el asesinato, que la violencia nunca estuvo legitimada y que el futuro no se construye olvidando y blanqueando el pasado, sino asumiéndolo con verdad y con justicia", ha apuntado.