Entrevista durísima de Gemma Nierga a Pedro Sánchez… en Telepedro -perdón, en TVE-, esta mañana de martes. El escenario: la sala de Moncloa donde los ministros suelen tomar café antes del Consejo de Ministros. Hoy no han tenido desayuno… pobres ministros. Al presidente no le afecta porque a él le bastan dos cafés para tirar toda la mañana. Normal que se queje si son las cinco y no ha comido.

Mensaje principal: Sánchez sigue. No piensa convocar elecciones anticipadas y mucho menos dimitir. Él está bien y quiere reconciliarse con Junts, por eso se mostró sumiso y pidió perdón a Puigdemont. Según él, la normalización total de Cataluña no se producirá hasta que Puchi no vuelva a su tierra y pueda ejercer sus “derechos políticos” de manera plena. Guante blanco con el líder catalán… y lo que haga falta. Pero no se confundan: parafraseando al cómico Joe Rigoli, aunque Puchi le dé largas… “yo sigo”.

El presidente del Gobierno, en realidad, no conoce a José Luis Ábalos. Dentro de poco nos intentará convencer de que le suena una tal Begoña Gómez, pero que hay tantas Begoñas… “Desde el punto de vista personal (Ábalos) era un gran desconocido para mí”, afirmó sin pestañear, y todo lo que está diciendo “es mentira”, según el presidente. No hubo repreguntas, naturalmente.

No podía faltar su alusión a Ayuso, a la que acusó de sacar a relucir a ETA en cuanto puede. La presidenta de la Comunidad de Madrid afirmó el domingo que la banda terrorista “está preparando su asalto al País Vasco y Navarra”. Se refería a Bildu, cuyo líder, Arnaldo Otegui, condenado por delitos relacionados con el terrorismo, por su pertenencia a ETA, es el socio de Gobierno más estable y fiel a Sánchez, más incluso que Sumar. Lógico que Ayuso hable de ETA. Lo que no es tan lógico es que Sánchez hable tanto de Franco.

¿Dimitirá si es imputado? No quiso responder a pesar de que Nierga se lo preguntó en dos ocasiones. Lo más probable es que no lo haga. Tampoco si el imputado es el PSOE, por financiarse ilegalmente. Él no sabía nada a pesar de que compartió horas y horas durante meses, viajando en el mismo coche, con Ábalos, Cerdán y Koldo.

Nada se dijo en la entrevista de su esposa Begoña, de su hermano David, de la financiación de las primarias por parte de su suegro, con dinero de los prostítulos... Lo dicho: entrevista durísima.