Consejo de Ministros del martes 18. No sé si deben ustedes leer este artículo porque, a la postre, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, ha presentado, en noviembre, con un poco de retraso, techo de gasto, senda fiscal y esbozo de Presupuestos Generales del Estado para 2026... en el bien entendido de que, a día de hoy, nada es posible si el señor Puigdemont, residente en Bélgica, creo, no da su visto bueno. Osea, que éstos PGE no tiene por qué llegar al BOE.
Pero nos sirve para leer las intenciones del Gobierno. Marisu Montero es un personaje curioso: nos vende que el gobierno progresista batirá un nuevo récord de gasto público en 2026: nada menor que 216.000 millones de euros, un 8,5% más que en 2025. Para ellos es un honor gastar más dinero que los demás, y no dedican ni una sola palabra hasta que un periodista, de los pocos a los que Moncloa permite preguntar, le interpela por ello: entonces nos sorprende a todos asegurando también los ingresos subirán un 8,5%.
A ver, Marisu: lo bueno no es que los políticos, perdón, el Estado, gasten mucho, lo bueno es que gasten poco, lo imprescindible y no tengan por que batir récord de recaudación impositiva para cubrir esos gastos, porque es por esa vía por la que se fastidia, confisca y expropia al ciudadano: por la vía fiscal. Dicho de otra manera: ¿por qué no bajas los impuestos, Marisu? Respuesta: porque son unas "cuentas públicas progresistas".
El salario maternal se queda en los miserables 100 euros al mes por niño y sólo hasta que cumpla los tres años
Por cierto, 2026 será el último año en que España recibirá los fondos europeos (hablo de fondos, no de créditos). España ya ha recibido 55.000 millones de euros en trasferencias de Europa, el 76% del total previsto. Y no es un regalo: lo pagamos todos los europeos a través del presupuesto común y de la deuda común mutualizada.
Como colofón, Marisu presume de ortodoxia pero lo cierto es que el déficit fiscal no baja por lo debería bajar, por reducir gastos, sino por aumentar los ingresos, es decir, los impuestos.
Una pregunta sobe el salario maternal, que los progres, por ejemplo, el Gobierno, llaman ayuda para la crianza porque le tiene aversión al término maternidad.
Sumar acordó con el PSOE en su acuerdo de legislatura que pasaría de los míseros 100 euros mensuales hasta los 200, que sigue siendo mísero y que, sobre todo, se retiran a los 3 años, porque, como es sabido, a esa edad los niños dejan de crecer.
Pues que dice Marisu que no, que con el ingreso mínimo vital, que tiene un complemento para crianza de niño, que van que chutan: que seguiremos en los 100 miserables euros mensuales por hijo pero, ojo, que esto es más grave, sólo hasta los 3 años.
Vamos de mal en pero, pero Marisu nos lo vende como un éxito fulgurante.