Sr. Director:

¿Qué ocurre con la Iglesia en Alemania?

Durante el año que estamos a punto de concluir, al menos 46 iglesias y capillas católicas han sido desacralizadas en Alemania. El año pasado fueron 66. Son datos de la Conferencia Episcopal Alemana.

Es evidente el proceso de descristianización que sufre el país. En el año 2024, menos de 20 millones de personas se declaraban oficialmente católicas en Alemania. Pero el dato más revelador es que apenas el  6'6% de los católicos censados acude regularmente a Misa los domingos,  lo que equivale aproximadamente a 1'3  millones de personas, en un país con más de 84 millones de habitantes.

Esta desconexión entre afiliación formal y práctica religiosa ha obligado a las diócesis germanas a acometer profundas reformas estructurales para adaptar su presencia territorial a una realidad de bancos vacíos  y  medios escasos.

El ejemplo más dramático lo ofrece la archidiócesis de Friburgo, que pasará de contar con más de mil parroquias a apenas 36 al comenzar el año nuevo 2026.

El número de fieles ha disminuído enormemente y también el número de sacerdotes para atender a las comunidades cristianas. En 2024 fueron ordenados en Alemania solamente 29 sacerdotes diocesanos, y  en once de las 27 diócesis del país no hubo ni una sola ordenación sacerdotal.

Durante los años del Concilio Vaticano II (1962-1965) en Alemania se ordenaban anualmente unos 500 sacerdotes.

Resulta claro que si decae la práctica cristiana, desciende también el número de nuevas vocaciones.

La falta de sacerdotes para atender a las parroquias acelera el cierre de éstas, lo cual dificulta todavía más la presencia pastoral y la transmisión de la fe.

Hoy es más necesaria que nunca una renovada evangelización de los países que conforman el continente europeo.

También España está necesitada de esa renovada evangelización, siguiendo las enseñanzas de Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco y León XIV.

Fijémonos en lo que hicieron los santos en épocas de crisis religiosa.