Impasible el ademán, el ministro de Justicia y Presidencia, el retorcidito Félix Bolaños, prosigue con su objetivo de que sean los fiscales, no los jueces, quienes instruyan los procesos.

Bueno, a lo mejor otros países no tanto pero en España... ¡con un fiscal general en el banquillo y a las órdenes del Gobierno! ¿Se imaginan ustedes lo que hubiera pasado si los sumarios que afectan a la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, los hubiera instruido el fiscal? Porque los fiscales de este caso se comportan más como abogados defensores de doña Begoña que otra cosa.

Para mí que es mejor que siga primando la figura del juez instructor.