Javier Milei, presidente de Argentina, se presentó como defensor de la vida aunque poco o nada ha hecho para limitar el aborto en Argentina. Ahora, esa pequeña joya que es la agencia austral Notivida, da cuenta, sin juicio de valor alguno, pura información, de los anticonceptivos financiados por el Gobierno Milei. Ahí lo tienen: los gobiernos, incluso los gobiernos presuntamente provida, colaboran con la cultura de la muerte. Mejor, con el mercado de la muerte.
Es decir, incluso los políticos que aseguran luchar por la vida quieren prohibir o limitar al aborto quirúrgico pero no dicen nada del aborto químico, es decir de la píldora… que actúa tanto antes como después de la concepción, es decir del nacimiento científico de un nuevo ser humano. He dicho según la ciencia, que se ciñe a la materia, y así, sentencia que en el momento mismo de la concepción ya tenemos un nuevo ser, con un código genético individuado, distinto del del padre y del de la madre. La ciencia, no la moral.
Sí, porque recuerden la verdad oculta: todos los anticonceptivos que se dispensan hoy en la farmacia son potencialmente abortivos.