Lo peor no es la chulería del señor ministro, lo peor es su desastrosa gestión, que nos ha devuelto a la Renfe de los chistes de antes de 1992, cuando se inaugura el AVE en España.

En el ferrocarril español, en todos los servicios, antes el retraso en Renfe era la excepción, ahora es la norma. Cercanías se ha convertido en el enemigo de todos los jóvenes que se van a vivir al quinto pimiento porque no pueden alquilar en el centro. 

Es igual, la chulería del señor Puente no conoce límites y cuanto peor lo hace más agresivo se vuelve.

Es el ministro chapuzas y, encima, insultón.