Campaña socialista, de don Pedro Sánchez, se entiende.

Por una sola vez y sin que sirva de precedente, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha formulado una definición brillante, con ironía gallega. En efecto, sobre todo con la revalorización de las pensiones, Sánchez se asegura el voto, salvo los que no le tragan, que no son pocos, de casi 11 millones de pensionistas. Si los jubilados le votan, a pesar de su desastrosa gestión, repite en Moncloa. 

¿Qué haría un político responsable? Recordar que no es posible mantener la actual nómina de pensiones. No se trata de rebajarlas, pero sí de no subirlas automáticamente según IPC porque claro, puede suceder que a mitad de año baje el IPC y entonces no bajarán las pensiones. Además, y sobre todo, hay que retrasar la edad de jubilación de forma brusca. No mañana, sino hoy. Eso es lo responsable, pero Pedro Sánchez no es un político responsable.

Es igual: a los pensionistas se les sigue engañando diciendo que el dinero está en otros sitios, en lo que ha robado Rodrigo Rato o cosas así. Rodrigo Rato ha robado los 150.000 millones de euros que cuesta pagar la nómina de las pensiones contributivas, en un solo año: ¿dónde escondes tanto dinero, Rodrigo?

Pura demagogia sanchista, pero los hay que se lo creen. 

Por cierto, ¿con qué se están pagando las jubilaciones? Con deuda pública. Insisto eso es como si un ama de casa pidiera un crédito para comprar comida. No se lo concederían, por supuesto, porque eso significaría que ese hogar está en la ruina: no se paga lo cotidiano con deuda, porque la deuda conlleva intereses.