Esta tarde de viernes se entregan en Oviedo los Premios Príncipe de Asturias. La familia Real al completo se da un baño de multitudes, mientras la Reina Letizia se comporta como el indiano que regresa a su pueblo natal con la certificación de que ha triunfado en la vida.

Mira que me fastidia escribir esto, como carbayón que soy, pero la verdad es la verdad y la actualidad de los Premios Princesa de Asturias va, año tras año, de mal en peor: ya son galardones más progresistas que los Nobel. La edición 2025 no es una excepción.

Cada año má progres. Y por más progres, menos prestigiosos y más ridículos. 

Y si no, atentos al baile que se marcó una de las galardonadas, la tenista Serena Williams... al son de las gaitas.