La energía tiene que ser barata, porque es un medio, muy importante, pero no un fin. El gas, la fuente de energía que más disgustos ha dado en los últimos años, se ha vuelto barata, justo en el momento de alta demanda. 

Esto ha trastocado todas las previsiones de los verdes, por ejemplo, de nuestra nunca bien loada vicepresidente tercera del Gobierno, Sara Aagesen, que pretende que todo sean molinillos y plantas solares. Resulta que el gas está barato en todos los mercados y todo el mundo pide gas. 

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Entre otras cosas, porque Estados Unidos mandó a paseo a los ecologistas, también con Joe Biden y decidió seguir con su plan de gas por fractura hidráulica.  

La economía es lógica, la ecología se ha vuelto absurda

Una vez más: la economía puede ser buena o mala pero es lógica, la ecología se ha vuelto absurda. Maneja magnitudes que superan al hombre, con lo cual sus objetivos pueden ser buenos o malos pero antes que eso, son imposibles.