Es una comedia, un drama, una tragedia.
Y cuando miramos al cielo ¿a qué miramos?
Y cuando reímos, lloramos, o nos quejamos;
¿es porque vivimos nuestro drama o tragedia?
 
Y en nuestro vivir sin pausa, ni prudencia,
todo lo que nos acompaña y  nos rodea
es consecuencia – hemos de darnos cuenta –
de nuestros actos, sean drama o comedia.
 
Es la hora de la muerte, de la guerra.
¿Cómo extrañarnos puede la muerte, en ésta,
de inocentes, si derecho hacemos de ella,
y matamos con el aborto o una pandemia?
 
Somos hombres y mujeres, no ángeles.
Seres de carne y hueso hechos, con corazón
y alma, pasiones, alegrías y tristezas;
y vivimos drama, tragedia, y la comedia.