Los ingresos por cotizaciones sociales están lejos de cubrir los gastos en los que incurre el Estado para abonar las pensiones contributivas. Pero, para doña Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones desde 2023, y para el resto del Gobierno, esto no es un problema, para ellos dos más dos serán cinco, y que los gastos superen a los ingresos no es sinónimo de quiebra total.
La viabilidad del sistema está asegurada repiten, como si el hecho de decirlo una y otra vez lo fuera a hacer cierto. Tenemos la hucha de las pensiones, que no cubre ni el pago de un mes, pero no debemos preocuparnos. Mientras, el gasto sigue subiendo y, según el último dato publicado, ya vamos por 13.620 millones de euros.
Todo está bajo control, pero por si acaso la ministra vende unos 'parches' como si fueran logros progresistas conseguidos por y para el trabajador y el jubilado. Por ejemplo, las jubilaciones demoradas se duplican en seis años, mientras las anticipadas bajan, porque el Gobierno hace todo lo posible porque así sea. Es más, el ministerio de Elma se ha abierto a modificar su propuesta inicial sobre la jubilación flexible o reversible, la modalidad que permite a los pensionistas ya retirados del mercado laboral reincorporarse a un trabajo compatibilizando un salario por una jornada a tiempo parcial con una parte de la pensión de jubilación, reduciendo el porcentaje mínimo de jornada laboral obligatorio o permitiendo que los periodos cotizados computen para el cálculo de la pensión en el caso de los retirados de forma forzosa.
Es decir, mientras que es más que obvia la quiebra del sistema, al tiempo que países como Dinamarca, Francia, Alemania o Italia ya han tomado la decisión de retrasar la edad de jubilación y penalizar las jubilaciones tempranas, en España nos dedicamos a poner pequeños parches al gran agujero que supone el gasto en pensiones. Todos queremos que nuestros jubilados cobren, pero el problema es cómo lo pagamos, y la única solución es obvia: hay que retrasar la edad de jubilación a los 70 años. Y a largo plazo: fomentar la natalidad con el salario maternal, de lo contrario, esto es insostenible.