El poder de Nicolás Maduro en Venezuela no es tan sólido como parece de puertas afuera. Ni siquiera cuenta con tanto apoyo militar como aparenta y, por eso, muchos de los detenidos tras las últimas elecciones que ganó el opositor Edmundo González son, precisamente, militares jóvenes contrarios al régimen.
No sólo eso, sino que su propio círculo más cercano le desprecia. Consideran que no tiene ni el carisma ni la inteligencia de Hugo Chávez, aunque tampoco harán nada para destituirlo mientras se sigan beneficiando del régimen y Maduro siga contando con el apoyo internacional de Cuba, Irán y Rusia.
Vamos con Trump. El primer asalto entre Donald y Maduro, durante el primer mandato del estadounidense (entre 2017 y 2021)), lo ganó el dictador venezolano. Ahora, Trump no se puede arriesgar a perder también el segundo.
El despliegue militar de EEUU en aguas del Caribe y el ataque, el martes por la tarde, a una embarcación cargada de drogas, hay que verlo en este contexto. “Esta mañana, siguiendo mis órdenes, las Fuerzas Militares de EEUU llevaron a cabo un ataque cinético contra narcoterroristas del Tren de Aragua”, afirmó Trump en su red social, Truth Social. “Por favor, que esto sirva de aviso a cualquiera que esté considerando importar drogas a Estados Unidos. ¡CUIDADO! ¡Gracias por su atención!”, señaló.
Sin duda, es un aviso para narcoterroristas y para Maduro, vinculado al Cartel de los Soles. Trump va en serio, pero es pacifista. No va a entrar en un conflicto. Ahora bien, habrá que ver hasta dónde está dispuesto a llegar con Maduro y cuánto aguanta el dictador venezolano.
“Cada día que pasa se cierra y cierra el cerco que los demócratas de Occidente le han impuesto al cártel narcoterrorista que todavía sigue en Miraflores”, afirmó María Corina Machado el martes en un mensaje difundido durante un foro celebrado en Panamá. “Por más que intentan amenazarnos sabemos que los días de esa organización criminal están contados”, sentenció.
Sí, Maduro está débil, pero otra cosa es que también esté débil el chavismo.