Ona Carbonell capitana del equipo español de natación sincronizada y madre de Kai, un bebé de 11 meses al que alimenta con lactancia materna. Ambas facetas son compatibles, sin duda. Pero llega el momento en el que la deportista de élite enfrenta un compromiso profesional como son unos Juegos Olímpicos y su intención es participar en ellos y viajar con su pequeño para seguir con su rutina como madre.

En un principio parece que Carbonell podrá viajar con su bebé y continuar con su rutina de lactancia materna, pero, finalmente, eso no es posible porque aunque no está prohibido que los deportistas olímpicos viajen a Tokio con sus familias, esto implicaría que no pudiesen participar en todas las pruebas debido a los protocolos sanitarios. Los familiares se alojarían en un hotel y Carbonell, por ejemplo, tendría que salir de la burbuja de la villa olímpica con regularidad para continuar con la lactancia, lo que le que le obligaría a hacer cuarentenas a su vuelta a las instalaciones.

Y mientras otra madre, que se define en su perfil de twitter como psicóloga y feminista..."yo por ellas, madre, y ellas por mí", doña Irene Montero guarda silencio absoluto. La ministra que va en busca de la Igualdad y que presume de defender los derechos de las mujeres se olvida en el caso de Ona Carbonell y de tantas otras que se saben mujeres pero, sobre todo madres, de pronunciarse sobre situaciones que no permiten a las madres conciliar su vida familiar con la profesional. 

Ministra Montero ser mujer es también ser madre. Y ser madre, como en el caso de Ona Carbonell -y de tantas otras- significa luchar por mantener el status de madre, por ejemplo, continuando con la lactancia materna para tu bebé mientras sigues desarrollando tu carrera profesional. Y esa también es una lucha en la que hay mucho camino por recorrer, señora ministra de Igualdad, "yo por ellas, madre, -dígaselo a Ona Carbonell- y ellas por mí".

Por cierto, doña Irene, varios deportistas -o deportistos, como usted prefiera- españoles de renombre como Saúl Craviotto o Marc Márquez han apoyado las reivindicaciones de la deportista, que, como ha explicado, teme que su ausencia pueda interrumpir la lactancia de su hijo y que este pierda la costumbre de recibir el pecho. «Nuestra única posibilidad es esperar al fin de esta pandemia para que vuelva la normalidad, y con ella las medidas necesarias para que la conciliación familiar y deporte de élite durante una competición sea más fácil para todos».