Chesterton se oponía al movimiento sufraguista porque aseguraba que si la mujer llegara a ser igual al hombre se envilecería. Era un varón que sentía verdadera devoción por la mujer, lo que no sienten para nada, ni las tontas de las feministas, ni los jetas de los feministos.

¿Igualdad? No, por favor. Cuanto más distintos, mejor. No sólo en naturaleza sino también en libertad, porque aunque hombre y mujer son igualmente libres, seres creados libres, lo cierto es que ambos sexos entienden por libertad cosas bien distintas.

PSOE y Podemos ya sólo concilian alrededor de ese concepto: igualdad. Lo único en que están de acuerdo, pero también es porque las llamadas políticas de igualdad no dicen nada ni saben qué decir. Porque no dicen nada. Cuando el concepto de igualdad ya no diga nada, entonces llegará la ruptura entre PSOE y Podemos.

Eso sí, ambos, socialistas y comunistas, están de acuerdo en no perder cargos.