Moraleja: no pretendas ser lo que no eres o acabarás a medio camino entre lo que eres y lo que quieres ser y, en ese punto medio no está la virtud, sino el ridículo: ¿Te enteras, Feijóo?
¿Ganó Sánchez durante su comparecencia del jueves en la Comisión del Senado? Sí, ganó. Ganó porque si renuncias a la moral objetiva, la corrupción no puede ser castigada. Ni la corrupción ni nada. El dinero negro se convierte en dinero en metálico y en cuanto a la financiación irregular... bastó con que Sánchez dijera aquello de no sé si otros lo hicieron, pero yo no... ¡Hombre, sólo faltaba que el secretario general fuera quien se metiera en el bolsillo el dinero físico que los construtores aseguran haber entregado en la sede de Ferraz!
El PSOE es progresismo, o sea degeneración pura y dura, como la sociedad española misma. El progresismo no es más que asegurar que nada es verdad ni mentira, que todo depende del color del cristal con que se mirta. A partir de ahí, nadie es responsable de nada.
El PP es un aprendiz de progre, que cometió la estupidez de renunciar a sus esencias cristianas, es decir a la moral objetiva. Si no lo hubiera hecho, no hubiera permitido que Sánchez defendiera el jueves la transexualidad que, en efecto, no es nada "peyorativo": es una bestialidad. Pero el PP es incapaz de recordar que no podemos cambiar de sexo porque tampoco podemos elegir si nacemos, ni cuando nacemos, ni si nacemos hombres o mujeres, hemos elegido nacer, ni nacer hombres o mujeres altos o bajos, ricos o pobres. Simplemente, nos nacieron, y nos nacieron hombre y mujer.
Y escuchar a Sánchez bramar contra la prostitución, él, casado con la hija de un proxeneta, que ayudó a su padre en el negocio… él, que ha vivido en un piso en Pozuelo, medio regalado por su suegro, es decir obtenido con el dinero generado por la saunas gays… Y los senadores del PP no dijeron: mire usted, la prostitución no es aceptable en ningún caso porque vender el cuerpo es una aberración moral. Si el PP fuera coherente, el PSOE no podría ser cínico.
Pero el PP no puede decir todo eso porque es un progresismo impostado y ligeramente impotente, que pretende ganarle al PSOE en su campo.
Feijóo es un progre de derechas como Sánchez es un progre de izquierdas pero los dos son progres.
Y sí, Sánchez venció, no porque lo diga él, que es un embustero compulsivo, sino porque les dejó graznando y sin argumentos, dado que los peperos se avergüenzan de sus orígenes cristianos, es decir, de la moral objetiva.
Por supuesto que ganó Sánchez. Con lo que tiene enfrente...