Con gran pompa, Moncloa, perdón, RTVE, ha decidido que España no participará en el Festival de Eurovisión 2026. Eso que ganamos, nos hemos dicho a nosotros mismos algunos malpensados, porque Eurovisión se ha convertido en el espectáculo más hortera del Viejo Continente. Ya no es un conjunto de cantantes, sino de danzantes, que compiten por ganar la medalla de oro en un festival de cursilería con mensaje, que nadie puede superar a día de hoy y que ninguna persona sensata sigue de cerca.

Se unen a nosotros Países Bajos, Irlanda y Eslovenia lo que parece hablar de una alianza paneuropea, donde España es uno más que se apunta a una causa justa... hasta que te das cuenta de que Alemania y Francia, no sólo no están ahí sino que figuran en la posición opuesta: si no se admite a Israel ellos tampoco van. Y Austria advierte más: no organizó el festival si no está Israel. Así, la postura de los insurgentes resulta menos glamurosa, más bien es la postura de un censor pueril: si fulanito viene con nosotros de excursión yo no voy.

Aún más, España al eludir su presencia en Eurovision por no censurar a Israel se enfrenta a una alianza muy peligrosa: la formada por Israel, Estados Unidos y Marruecos. Pedro Sánchez quiso convertirse en el paladín europeo de los gazaríes sin darse cuenta de que sus propios socios europeos, Francia y Alemania sobre todo, no están dispuestos a seguirle por esa vía. No obstante, lo peor viene del sur, con un Marruecos que rompió en su momento con el mundo árabe al reconocer a Israel, ataca a España con armamento, por ahora de espionaje, y con la inmigración () Mohamed VI lídera el tráfico de inmigración y el tráfico de drogas norteafricano hacia Europa, mientras en la Casa Blanca cunde la idea de que el miserable de Mohamed VI es más fiable que el cristiano, es un decir, Pedro Sánchez.

Esto cuando, mal que bien, el alto el fuego en Gaza continúa vigente y cuando el Plan de Paz de Trump puede hacerse realidad, a pesar de la cabezonería de Netanyahu. Es igual, Pedro Sánchez necesita frentes progresistas por los que luchar. Y en el de Gaza ha tenido éxito       

Por lo demás, RTVE renuncia a Eurovisión justo cuando, mal que bien, el alto el fuego en Gaza continúa vigente y cuando el Plan de Paz de Trump puede hacerse realidad, a pesar de la cabezonería de Netanyahu. Es igual, Pero Sánchez necesita frentes progresistas por los que luchar. Y con Gaza ha tenido un éxito rotundo.

En la España de hoy, gritas ¡Viva Palestina libre! y, aunque no sepas ni de qué estás hablando, pasas a engrosar, de inmediato, el número de ilustrados progresistas con aspiraciones a cargo público, sindical o de activista. Este último suele ser el mejor remunerado.

¡Grande sos, José Pablo López!