Además de los pirómanos, el culpable del fuego es, en efecto, la concentración de la población en ciudades y el consiguiente abandono del mundo rural. Pero eso es un triste consuelo ante un escenario de cenizas en que se se está convirtiendo una porción de España.
En esa surge la vicepresidente tercera del Gobierno, la señora Sara Aagesen quien, en su pedantería infinita, pide abordar los incendios "con rigor técnico". Eso seguramente apagará los incendios.
Y en su insufrible cinismo, su compañero de gabinete, el ministro Fernando Grande-Marlaska, asegura que el Gobierno central está haciendo todo lo que le piden las comunidades autónomas. Les traduzco: que él y todo el Gobierno no tienen culpa de nada.
Ahora bien, esta viñeta da que pensar.
Anímate, Calleja. pic.twitter.com/n3FgILmzQz
— Juan Carlos Girauta (@JC_Girauta) August 15, 2025