"Un miembro más de la familia", asegura el Gobierno Ayuso que afirma que hay que considerar al niño concebido pero aún no nacido. Oiga, doña Isabel: Si el nonato es un miembro más de la familia, ¿por qué permite que le asesinen? No puede ser usted abortista y provida: no es posible.
Es la línea cobardona del PP, la misma que la empleada en Valencia. Si un nonato fallecido en la DANA es considerado ya la víctima 229, ¿por qué razón permitimos, alentamos y financiamos el aborto?
Pero junto a las contradicciones pusilánimes del PP nos topamos con la salvajada institucionalizada del PSOE, de los sumaritas y el cinismo de Pedro Sánchez: Y el cinismo de Pedro Sánchez con el aborto: pervertido el colectivo sanitario, que ahora acepta matar, se lleva a los tribunales a su más odiado enemigo, a Ayuso, por negarse a retratar a los pocos médicos que se oponen a la barbarie.
Y si un nonato de la DANA es considerado ya la víctima 229, ¿por qué razón permitimos, alentamos y financiamos el aborto?
Recuerden, las listas de objetores eran un instrumento de los provida para dejar claro que la mayoría de los médicos no querían perpetrar abortos, Hoy, con la perversión acelerada de la clase sanitaria, los médicos que están dispuestos a dar testimonio a favor de la vida, han pasado a ser minoría, al menos, mayoría silenciosa y cobardona. Con ello, la lista de objetores se han convertido en un arma de los aborteros, para reducir al adversario político -a Ayuso- y, ojo, para atentar contra el juramento hipocrático de los médicos, los que se niegan a matar el débil. Esos médicos cuya carrera profesional en la Sanidad pública, no lo duden, quedará truncada si se apuntan a dichas listas. Pues buena es Mónica García, ministra de Sanidad comunista y médico de profesión. Mal médico, de acuerdo, pero el título lo tiene.