Turquía es el país invitado al XXVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que se celebra este lunes y martes, en Burgos. Por este motivo, la mesa redonda del lunes por la mañana contó con la participación de Ferit Sahenk, presidente y CEO de Dogus Group, uno de los mayores conglomerados privados de Turquía, con más 200 empresas, y antiguo propietario del banco Garanti, ahora filial del BBVA.
Junto a él también participaron Ebru Özdemir, presidenta de Limak Group, otro conglomerado con participaciones significativas en sectores estratégicos como energía o turismo. Por último, Zeynep Bodur Okyay, presidenta y CEO de Kale Group, conglomerado industrial dedicado principalmente a la construcción, la defensa y la aviación. Todos ellos moderados por José Luis Blanco, director general ejecutivo del IEF.
Pues bien, durante su intervención, el máximo responsable de Dogus Group aseguró que la sociedades turca y española son muy parecidas y que ambas deberían colaborar de una manera más estrecha.
Está muy bien invitar a Turquía y estrechar lazos con empresarios de aquel país, pero la sociedad turca no tiene nada que ver con la española. Para empezar, el 99% de los más de 85 millones de habitantes son musulmanes y ni siquiera el 0,5% son cristianos, que sufren todo tipo de presiones, tanto desde el ámbito profesional como social y familiar.
Viene a mi memoria la reacción de Emilio Botín cuando el Santander estuvo a un paso de comprar Garanti, en lugar del polaco Zachodni WBK. “¿Son musulmanes, vedad? Pues entonces, no. Vamos a comprar el banco polaco, que son de nuestra misma cultura”.
Pues eso.