Sr. Director:
Si sus padres hubieran sido abortistas, de toda esta "tropa" de "humanitarios" abortistas, ninguno de ellos habría nacido. Y tendríamos una sociedad en la cual habría vida y la alegría que trasmiten los niños, y estos maléficos personajes partidarios de la muerte serían una utopía impensable.
Esta es una sociedad de muerte, de tragedias, de incertidumbre, de guerras y enfrentamientos, no hay paz ni sosiego, todas las personas van deprisa, sin saber ni tan siquiera a dónde van. Como no hay vida religiosa ni espiritual, un materialismo desenfrenado impera en la sociedad y hasta el clima se ha trastocado y produce fenómenos atmosféricos que arrasan cuanto tropiezan a su paso. Todo esto es pesimista pero real. Pero hay otra forma de vivir más humana, placentera, con ilusión, esperanza y alegría: SER CATOLICO, ahora nos denominan "ultras", pero ser católico es una Gracia de Dios, vive en paz y fraternidad con los demás, aunque estemos sumergidos en la vorágine del mundo. Tenemos un lugar privilegiado: EL SAGRARIO DONDE CRISTO VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE "VIVE" Y ESPERA NUESTRA VISITA PARA DARNOS SU PAZ Y SU PERDÓN. Es triste ver como estos abortistas propagadores de la muerte, van por el camino de su perdición.