Sr. Director:

La Transición a la democracia en España, han pasado 40 años, pareció cerrar la vieja cuestión religiosa. Los últimos años del franquismo fueron el escenario, gracias, seguramente a la obertura que comportó el Vaticano II y a los esfuerzos de numerosos católicos españoles, algunos lo vivimos directamente, que lucharon por la instauración pacífica de la democracia, de un diálogo fructífero con la izquierda que militaba en la oposición y que arrastraba una mentalidad anticlerical. El diálogo que se tejió en los años previos a 1975 hizo posible los consensos constitucionales, la superación del modelo de confesionalidad y el establecimiento de nuevos modos de relación Iglesia, Estado y Sociedad.

Hay que volver a encontrarse, a sentarnos con sinceridad y sin espíritu polémico para recobrar la confianza mutua.