Sr. Director:
Mientras veía en las televisiones imágenes dantescas, trágicas, de muertos en guerras, de fenómenos atmosféricos, de tormentas e inundaciones que han producido muertos y desolación en muchos lugares del mundo, una muchedumbre incalculable, por lo que veo en Madrid, celebraba el Día del Orgullo Gay. Tenemos, una escala mundial unos sucesos realmente alarmantes. Hay una degeneración mundial imparable, las noticias trágicas son diarias. En las apariciones de la Virgen en Garabandal, las niñas videntes según manifestaron, vieron una situación como si estuvieran envueltas en llamas; el pueblo, viendo el terror que la visión provocaba en las niñas, aquella noche todo el pueblo se confesó.
Se puede ser creyente o no, pero hay una alarma a escala global, temor e incertidumbre ante lo que pueda ocurrir. El rechazo de Dios sólo puede traer a la humanidad temor, inquietud, desasosiego. La solución es bien sencilla: PEDIR PERDON A DIOS QUE ES CLEMENTE Y MISERICORDIOSO, Y ENTONCES TENDREMOS PAZ, ALEGRIA Y ESPERANZA.