Sr. Director:

Bastó la ágil intervención parlamentaria de Pablo Casado el 24 de octubre, para alterar el rictus doctoral de Pedro Sánchez y que la mezcolanza de partidos que apoyan su Gobierno de progreso (hacia peor), tocara a rebato contra el nuevo presidente del PP. Acostumbrados a un PP rajoyano, ausente de la batalla cultural y que sólo daba la cara en asuntos de economía, tanto el PSOE como sus aliados populistas, separatistas y de la izquierda más extrema, no iban a tolerar que salga de su hoyo. Y menos aún tolerarán que aparezca un partido sin complejos como VOX, en el panorama electoral de la derecha. Por eso, sólo unas horas después de la intervención de Casado, el inefable Jorge Javier Vázquez aprovechaba la enorme influencia del programa Sálvame, para largar un comentario contra aquél. Lo que repetiría a la noche siguiente, pero desde GH VIP y contra VOX, soltando una de sus demagógicas gracietas de aplauso facilón. Está claro que tanto a la vieja derecha (con perdón) que ahora parece espabilarse, como a la nueva que asoma la cabeza, les aguardan las peores andanadas desde las televisiones que dominan los predicadores más feroces (y que mejor viven) del progresismo. ¡Que se preparen!