Sr. Director: Los cristianos chinos piden que se paralice la demolición de las cruces que se está produciendo principalmente en la provincia china de Zhejiang, piden libertad y ruegan para que sus derechos como fieles cristianos sean amparados y protegidos. Y algo extremadamente importante, los llamamientos se han hecho sin distinciones de denominación. Las parroquias se han convertido en el centro de una protesta que se organiza en torno a la Eucaristía, la oración y el ayuno. Está claro que el cristianismo en China no agoniza. Por lo demás, deberíamos preocuparnos algo más por lo que sucede en aquel gran país, no solo por la caída de sus bolsas. José Morales