El presidente Sánchez considera que la crisis reputacional detonada por los casos de acoso sexual en el seno de su partido puede resolverse del mismo modo que escándalos anteriores. Sin embargo, el relato y la nula asunción de responsabilidades políticas empiezan a revelarse insuficientes ante una circunstancia que pone en riesgo el patrimonio político del Partido Socialista. 

Los supuestos casos de acoso son, sin duda, inaceptables. Pero lo que puede terminar por destruir la credibilidad de este Gobierno y de su Presidente -Sánchez- es la ausencia total de rendición de cuentas ante una circunstancia que habría requerido una responsabilidad política infinitamente mayor. Así acabaremos el año.