Los imbéciles de Burger King han colgado este anuncio blasfemo, en plena Semana Santa, para molestar más. 

Entendido: vayamos a McDonald’s y dejemos de consumir Burger. Sencillo. Si estos imbéciles -sí he dicho imbéciles, los católicos ya estamos hartos de tanta estupidez por parte de las multinacionales- tuvieran lo que hay que tener, deberían burlarse de Mahoma con las vírgenes del paraíso islámico. 

Pero miren por dónde, no quieren arriesgarse a que les degüellen. Sin embargo, estos imbéciles, como creo haber dicho antes, de Burger King, blasfeman con las palabras consagratorias, lo más sagrado del cristianismo y hay que reírles la gracia. Yo es que me mondo... 

Y encima, resulta que es vegetariana la puñetera hamburguesa de la empresa norteamericana, ergo están confundiendo la gimnasia con la magnesia: los católicos bebemos vino y comemos embutido. Ni blasfemar saben.

Dicho esto, días después de lanzar su anuncio, Burger King ha retirado la campaña "por si había ofendido a alguien". Al parecer, piensan con retardo. En cualquier caso, bienvenida sea la disculpa, porque sí habían ofendido. De hecho, no piden perdón a los católicos sino a quienes se hayan podido sentir ofendidos. 

A la blasfemia de Burger King de la Semana Santa se suman dos imbéciles más. Heura, el pollo de los vegetarianos, y la hamburguesería española Juancho's BBQ... que hasta el momento no han pedido perdón. Ya saben: no consuman sus productos, no les hagan ganar dinero. Es lo único que les duele.

 

Tampoco se atreverán con Mahoma, aunque algunos ya tienen ideas para las nuevas campañas de publicidad y mucho más elegantes, sin ofender ninguna convicción.