La despensa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a examen. El senador Julen Rementería, del Partido Acción Nacional (PAN) fue quien desató la polémica al bromear con el Programa Anual de adquisiciones de la presidencia: “"¡Esta despensa no la tiene ni (Barack) Obama!", proclamó, en alusión al exmandatario estadounidense.

La supuesta lista de la compra de AMLO incluye filetes de pescado blanco, atún en lata y carne de vacuno. Pero el gasto que ha hecho saltar las armas ha sido la partida destinada a … la compra de longaniza, 15.200 euros. Para mí, que eso tiene que dar para unos cuantos kilos del embutido.

López Obrador se ha defendido de tal acusación: "Ahora sacaron que aquí en Presidencia íbamos a comprar chorizos de no sé cuánto dinero. Yo no como chorizos, se lo digo con todo el respeto. Creo que es un alimento extraordinario, (pero) yo soy más de la butifarra”. Que no es lo mismo, oiga usted.

Parece que el presidente mejicano se le ha olvidado su principio de austeridad administrativa como una de sus grandes promesas políticas. Sospecho que el embutido es un ‘pata negra’ y AMLO, no ha podido evitarlo, y ha caído en la tentación.