G-7. La globalización actual, esa que defienden Alemania, Francia, Reino Unido y compañía, la que tanto admiramos en España, consiste en proclamar la libre circulación de capitales y de productos -que no de personas-. Pero, ojo, esa libertad de movimientos sin barreras proteccionistas significa dos cosas:

  1. La jungla de divisas. El dólar no vale lo que se paga por él pero tiene detrás el mayor ejército del mundo e impone su ley en el libérrimo, y especulativo, mercado de divisas… lo que distorsiona toda la valoración objetiva de bienes y servicios en el comercio internacional.
  2. Mucho más relevante: ¿cómo se compite en mercado global? Se compite al estilo chino: explotando a los trabajadores para vender más barato.

Así que, mientras la situación no cambie: los aranceles y hasta contingentes de Donald Trump no sólo son la medida adecuada a la situación… sino la medida justa. Trump tiene razón​, los europeos se equivocan.