Desde Jason Bourne sabemos que si quieres des-moralizar a una sociedad -o a una persona-, lo mejor es convertirla en cómplice. Por ejemplo, de homicidio. Y el aborto no es más que eso: el homicidio más cobarde todos perpetrado contra el más inocente y más indefenso de todos: el niño no nacido. De hecho, ya hemos dicho que las elecciones de 2016 en USA son un tongo desde antes de celebrarse. Todo el mundo sabe que la ultra feminista, ultra capitalista y ultra imperialistas Hillary se convertirá en el ser humano más poderoso de la tierra. Hillary habla de derecho al aborto -sí, ya, es un derecho-, y de borrar a Irán del mapa, y Hillary es una multimillonaria que concita sus mayores apoyos en Wall Street. Al americano medio le cae gorda pero es que entre ella y Donald Trump, además de la presión del sistema… pues lo políticamente correcto es Hillary (y lo políticamente correcto siempre gana). El NOM ha conseguido que Trump, antes de ser el candidato oficial, se haya convertido ya en una especie de Adolf Hitler. La alternativa es Hillary, tan amiga del homicidio con los nazis sólo que sin campos de exterminio. No lo duden, Hillary ganará, y supongo que por goleada, y será la próxima inquilina de la Casa Blanca. Y eso que el americano medio no le traga. No lo duden, la decadencia USA comenzó con Barack y concluirá con Hillary. Hispanidad redaccion@hispanidad.com