Un cubo en el metro, un artefacto explosivo, en Londres, y 22 heridos. Un poco chapuzas, pero ya han causado daño. Pero lo más importante es que los terroristas están aprendiendo a matar. Mientras, en el Ayuntamiento de París, un individuo de 39 años ha intentado acuchillar a unos militares franceses que deambulan por las calles. A lo mejor no es un islámico. Matanzas en Irak, que siguen a las de Afganistán En Corea del Norte, ese hombre, Kim Jong-un, protegido de Pekín se ríe de Occidente y lanza otro misil sobre Japón. Pasando por encima de las cabezas de los nipones, por aquello de acongojar. Se aprovecha de que el ejército japonés fue diezmado tras la II Guerra Mundial. Pero, sobre todo, el problema no es Corea, es China. Hispanidad redaccion@hispanidad.com