Ojo al dato que es muy bueno. La República democrática del Congo y Ruanda, dos países en guerra, en la frontera misma con el creciente África islámica, que avanza de norte a sur, firman un acuerdo de paz. Ambos países llegan a un acuerdo negociado tras unos combates ásperos donde se juegan muchos más intereses de los que aparentan. Todo ello gracias al único mediador de paz que queda en el planeta, que es un tal Donald Trump. Pero el dulce Albares no podía permitir tal cosa: eso es darle un voto de favor de Donald Trump como pacificador, cuando el Gobierno español le tilda como un peligroso reaccionario violento. Así, en el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino de España, nos informan de que la paz entre Congo y Ruanda se ha logrado gracias a la mediación de Estados Unidos -sí, le citan, pero como a uno más y eso que el acuerdo de paz se firmó en USA- de Qatar y de Togo.
La obsesión anti-Trump del gobierno español, y de otros gobiernos europeos, empezó siendo ridícula y acabará por ser patética.