Esta vez sí que asistió el presidente del Santander, Emilio Botín Está en una carrera alocada. A medio día de este lunes se ha reunido con los representantes de la gran banca: Botín, FG, Blesa y Fainé. Esta vez habrá asiento para todos. Y está vez asistirá Botín, que según las malas lenguas no es que estuviera fuera en el anterior encuentro, sino que no quiso aparecer en una foto de pedigüeño. Le salió mal el tiro, porque a su consejero delegado le dejaron relegado en una silla, mientras que el resto disfrutaba del sillón. Menudencias, pero muy gráficas. Posteriormente, por la tarde Zapatero se reunirá con los agentes sociales: UGT, CCOO, CEOE y CEPYME, esa que Díaz Ferrán dice que es una de las 240 organizaciones federadas en CEOE.
Lo importante: Zapatero logra su segunda foto con los banqueros en pocos días. Quizás no sea muy obrero, pero queda muy bien reunirse en Moncloa con los señores del dinero. Por supuesto, los señores del dinero le cobran la fotografía como si fuera de estudio artístico. Para empezar no pagarán un euro de la moratoria de las hipotecas, el Estado se convertirá en avalista y asumirá el riesgo. A cambio, la banca consigue recortar su morosidad hipotecaria. La banca siempre gana.
Y a todo esto, ¿para qué les reúne en Moncloa? Supuestamente para conocer las ideas que debe llevar a la cumbre del G20 donde supuestamente se va a replantear el capitalismo mundial. Pero sólo supuestamente, porque Zapatero tiene ya algunas ideas muy claras. En la agenda debe llevar cambio climático (harakiri económico tontiprogre), Objetivos del Milenio (neomaltusianismo de baja estofa) y ronda de Doha (librecambismo asimétrico que pide el libre comercio sin suprimir las subvenciones a la agricultura). ¿Escuchará de verdad Zapatero lo que le tengan que decir los banqueros?